la foto no tiene nada que ver... pero que... si me gusta la dibujo el flacucho
Caos fortificado como en un batido de sangre con sesos, el mundo chorrea gritos, más tarde se limpiaran las calles pero ahora en este lugar todos aúllan, todos caen.
Mañana nos levantaremos temprano, es necesario porque la luna se caerá de alguna manera a pedazos… búscame las manos que al parecer comienzan a dormirse y los oídos resuenan y comienza la perdida de sentido…
La gente en las calles, dormía como en un sonámbulo festival, dormían sus mentes y a pesar del frío y la extraña humedad de la noche no había un solo rincón en silencio, el silencio solo estaba en sus ojos… es que de alguna manera en su mente todo estaba en silencio.
Entre la multitud y su multitud bajaron las curvas calles convexas tropezando con las casas gastadas por el ruido, las luces navideñas le daban dinamismo al mágico sentir en el aire… las multitudes chocaban como enjambres sin destino, perdidos en una efervescente y extraña alegría, mientras los gritos y las patadas rodaban desde los cerros. La noche no entregaba nada más que hacer y se quedaron ahí buscando entre el oleaje alguna fuerza que los llevara hasta los cometas. Que farsa… él con su silencio entre el mundo sordo que parloteaba fuerte y entre saludos y alcohol se perdía como una mancha entre las manchas…
Lo buscamos durante horas… hasta que se nos olvido… y continuamos en ese lugar chocando con las paredes, y caminando en círculos buscando lucidez, buscado locura.
El actor hablaba de sus fotografías, el geógrafo de sus alas, los ingenieros construían muros incapaces de sostenernos.
Y escuchábamos las voces del silencio ensordecedor…
Calle arriba el hospital, más de tres horas mirando esa calle, repleta de niños jugando a la alegría, con los vecinos colgando de las ventanas… y los bailarines tomándose las calles, los ríos formaban lagos y algunos dormían para gritar más fuerte… mañana buscaremos refugio … hoy sólo nada-remos en este esquizofrénico carnaval de peces.
Las corrientes fastidiosas gemían como en descontento con los pájaros, y buscamos otra vez ese infaltable sonido mudo… por fin recordamos… donde estaba… busquemos al sólido, al impaciente--- donde se fue …
Recorrimos las calles y volvimos a chocar con las casas, las corrientes se ponían trasparentes y turbias a la vez, los remolinos girasoles y escopetas sonaban y desorientaban la búsqueda…. Una vez más el olvido.
….
El silencio caminaba también entre las corrientes observando todo el espectáculo pavorido… y rodaban sus rodillas entre el asfalto… los gigantes pasaron con chillidos y silbatos y el silencio tras ellos disimulaba su olvido… caminó largos muros, y algunas quemaduras tuvo en el camino… perdimos los pies… mañana lloran los niños decía…
Los remolinos los remolinos…
Grita fuerte silencio que las horas roncan esta noche… que la noche duerme esta noche.
Grita horrible para que pases inadvertido… que si eres visto silencio serás linchado cual bandido.
Ladrón de tristezas, ladrón de latidos.